Reseña de «The Haunting of Hill House» (Netflix, 2018)

[Sin Spoilers]

En el 2016, Netflix estrenó la película Hush acerca de una escritora sorda que es acosada en su casa por un asesino enmascarado. La cinta escrita y dirigida por el estadounidense Mike Flanagan, recibió elogios y críticas positivas argumentando que era una manera ingeniosa de generar suspenso. Un año más tarde, el servicio de streaming lanzó una producción original bajo la dirección de Flanagan, haciendo una adaptación cinematográfica de la novela Geralds’ Game de Stephen King, misma que recibió comentarios favorables incluso del propio autor.

Este año Flanagan y Netflix hicieron mancuerna nuevamente creando la serie The Haunting of Hill House (La Maldición de Hill House), basada en la novela homónima de Shirley Jackson y que se estrenó el pasado 12 de octubre con una temporada de 10 episodios.

La trama gira en torno a la familia Crain, quienes se mudan a la casa Hill durante el verano para restaurarla y venderla. Su estancia allí comienza a ser una pesadilla al experimentar sucesos paranormales que ocasionan una terrible pérdida humana y por lo cual deciden irse. Veintiséis años después, la familia vuelve a sufrir una pérdida, lo que provoca que se reencuentren y recuerden lo que vivieron en aquella casa embrujada mientras lidian con sus demonios internos.

La serie cuenta con varios puntos a favor. Por un lado está la dirección de Mike Flanagan y el gran desempeño actoral tanto de los adultos como los niños. Hay rostros familiares que anteriormente habían trabajado con él, como su esposa Kate Siegel, quien protagonizó Hush; Carla Gugino, quien me sorprendió gratamente en Gerald’s Game; y Lulu Wilson y Elizabeth Reaser, quienes aparecieron en Ouija: Origin of Evil. Todas lograron demostrar que eso de sufrir y generar suspenso sí se les da, y el porqué el director volvió a trabajar con ellas. Definitivamente el cast femenino es el que se lleva la serie.

Hay rostros conocidos como Michiel Huisman (Game of Thrones) y Henry Thomas (E.T.), ambos hacen también un gran trabajo actoral, pero sin lugar a dudas los que me dejaron con la boca abierta fueron dos quienes jamás había visto: Oliver Jackson-Cohen y Victoria Pedretti, interpretando a los gemelos Luke y Nell Crain, respectivamente. Las escenas en las que ellos aparecían e interactuaban con los fantasmas, realmente eran perturbadoras y me generaron desesperación porque eran muy creíbles.

Otro punto a favor es la historia, la manera en que se va desarrollando y mostrando a lo largo de los diez capítulos que componen la primera (y espero que única) temporada. Si bien, la narrativa no es en sí una adaptación tal cual de la novela de Shirley Jackson de 1959, sino que Flanagan tomó algunos elementos de ésta y desarrolló una nueva en la época actual. Me gustó que hay muchos flashbacks en el que uno como espectador va descubriendo el porqué de las situaciones, qué los llevó a ser de esa manera e ir uniendo las piezas del rompecabezas para descubrir lo que hay en la casa.

Desde el comienzo de la serie, hay un capítulo dedicado a cada uno de los miembros de la familia empezando con el hijo mayor hasta llegar a la menor, luego los padres, después lo que pasó la última noche que estuvieron en la casa y por último el desenlace (que bueno que lo hay). Esto también funcionó muy bien para mostrar el punto de vista de cada personaje en los diferentes hechos, conocer más a fondo su personalidad y los acontecimientos que los agobian.  En lo personal, el mejor capítulo para mí fue el cinco titulado «The Bent-Neck Lady» (La Mujer del Cuello Roto). La manera en que se va desarrollando y volviéndose muy oscuro es realmente alucinante, sobre todo por la gran revelación en la escena final. ¡Aplausos para Mike Flanagan!

La música y los efectos funcionan muy bien dando ese toque de suspenso y terror que la serie necesita. Una preocupación mía eran sobre todo los fantasmas pero creo que hicieron muy buen trabajo porque sí asustan y algunos no se ven tan computarizados. En cuanto a generar miedo en el espectador, no necesitó mostrar sangre o vísceras para que esto sucediera, sino que se valió de las actuaciones, silencios y las escenas en una sola toma que hacían sentir que uno estaba ahí.

Quizás algo que no me gustó es que de repente era un poco lenta, sobre todo el primer capítulo en el que parece que no sucede nada, sino hasta el final que ocurre un hecho que desencadena la trama. A mi parecer no debería haber una segunda temporada a pesar del éxito que está obteniendo, ya que la historia de la familia Crain sí finaliza, tal como lo confirmó Mike Flanagan en entrevista con Entertainment Weekly. Me quedo satisfecho con esta única temporada por ser una gran propuesta de Netflix para el género de terror y con una excelente producción.

Si te gustan las series de terror como American Horror Story y quieres ver algo completamente nuevo e innovador en cuanto al género, dale una oportunidad a The Haunting of Hill House, te aseguro que te va gustar. Como tip, vela en la noche con las luces apagadas y si está lloviendo mucho mejor. 😉

CALIFICACIÓN: 5/5